Las gammagrafías se aplican en el estudio de una gran variedad de sistemas, como el osteoarticular, el genitourinario, el digestivo, el cardiovascular, el respiratorio, el endocrino y el cerebral.
Las indicaciones más frecuentes de la gammagrafía se dan en las metástasis óseas, problemas de tiroides, problemas de glándula paratiroides y los trastornos metabólicos.
También se estudian con frecuencia patologías como la necrosis ósea, los procesos articulares agudos o crónicos, las fracturas por sobrecarga, los procesos dolorosos de columna vertebral, la valoración funcional del nódulo tiroideo y paratiroideo, la función ventricular en pacientes con miocardiopatías, la embolia pulmonar, la valoración pulmonar preoperatoria, la detección de hemorragias digestivas bajas, la enfermedad proliferativa intestinal, la valoración postoperatoria y evolutiva del trasplante renal o el diagnóstico de la hipertensión vasculorrenal.