Foto de British Journal of Haematology
El pasado mes de enero, saltaba la noticia en el British Journal of Haematology sobre un caso de un paciente de 61 años con linfoma de Hodgkin que se había recuperado de la enfermedad tras haber contraído el virus de la covid-19.
Tras su paso por el hospital, en el que fue tratado de la afectación por neumonía derivada del SARS-CoV-2, se remitió al paciente a su domicilio. Posteriormente, al cabo de 4 meses, se le realizó un examen y exploración con tecnología PEC-TAC, y los hallazgos fueron sorprendentes. Tal y como muestran las imágenes, después del contagio por covid-19, el paciente mostraba una remisión de su enfermedad (habían desaparecido las lesiones del linfoma de Hodgkin).
Este hecho abre una hipótesis y una vía de estudio sobre el papel que juega la respuesta inmunitaria antitumoral tras un contagio por covid-19. En esta línea, algunos investigadores apuntan que “existen mecanismos de acción que incluyen la reactividad cruzada de células T específicas de patógenos con antígenos tumorales y activación de células asesinas naturales por citocinas inflamatorias producidas en respuesta a la infección»
La exploración con PET-TAC, clave en el diagnóstico
Gracias a la gran resolución de las imágenes que fueron obtenidas con el PET-TAC que se realizó al paciente, se pudo valorar correctamente el caso. Esta tecnología ofrece imágenes de gran calidad y con una alta resolución, mucho mayor que otros test de imagen. De esta forma, podemos analizar y explorar más nítidamente las lesiones en enfermedades cancerígenas, neurológicas y cardíacas principalmente, con una precisión mayor que con otro tipo de tecnologías.
Con los equipos de PET-TAC, podemos realizar una detección precoz de enfermedades, mejorando el diagnóstico, el posterior tratamiento y el seguimiento periódico de la enfermedad.