La vasculitis, una patología caracterizada por la inflamación de las paredes de los vasos sanguíneos, puede resultar en la afectación de cualquier órgano del cuerpo. Su diagnóstico y seguimiento resultan a menudo difíciles debido a su variada presentación clínica. En este contexto, surge la aplicación del PET TAC con FDG en el diagnóstico de la vasculitis como una herramienta de gran valor en el abordaje de esta afección.
En este artículo vamos a ver de qué se trata.
¿En qué consiste esta prueba de diagnóstico de la vasculitis?
La tomografía por emisión de positrones (PET) combinada con la tomografía computarizada (TAC), también conocida como PET TAC, es una técnica de imagen no invasiva que permite la visualización de la función metabólica de los tejidos.
La FDG es un radiofármaco que emite positrones y que se comporta, en muchos aspectos, como la glucosa. Las células con mayor actividad metabólica, como las células inflamadas de las vasculitis, consumen más glucosa y, por tanto, más FDG. Este fenómeno se conoce como «captación aumentada de FDG».
El PET TAC con FDG ha demostrado su eficacia en la detección de la actividad inflamatoria en los vasos sanguíneos. Es especialmente útil en las vasculitis de grandes vasos, como la arteritis de células gigantes y la arteritis de Takayasu, donde el índice de falsos negativos en otras pruebas diagnósticas es elevado. También ha resultado de utilidad en la detección precoz de vasculitis sistémicas como la poliangeítis microscópica y la granulomatosis con poliangeítis.
Ventajas del PET TAC con FDG
Esta técnica tiene varias ventajas frente a otras pruebas diagnósticas.
Primero, es no invasiva y puede visualizar todo el cuerpo en una sola exploración. Segundo, puede detectar la inflamación en los vasos antes de que aparezcan cambios estructurales. Tercero, puede ayudar a evaluar la respuesta al tratamiento al medir cambios en la captación de FDG.
El PET TAC con FDG puede jugar un papel importante en la monitorización de la respuesta al tratamiento. La reducción de la captación de FDG tras el tratamiento puede indicar la remisión de la enfermedad, lo que podría guiar la decisión de disminuir o incluso suspender la terapia inmunosupresora. Asimismo, puede detectar la reactivación de la enfermedad antes de la aparición de los síntomas clínicos.
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