Seguro que en más de una ocasión has oído hablar de la tiroides. Y hoy queremos contarte cuál es la prueba que se realiza en medicina nuclear para su estudio y posterior diagnóstico.
Qué es la tiroides
Antes debes saber que la tiroides es una glándula que se sitúa en el cuello, de forma más concreta por encima de la clavícula. Y tiene una peculiar morfología que recuerda a una mariposa. Se encarga de la producción, almacenamiento y liberación de hormonas tiroideas (T3 y T4) al torrente sanguíneo.
La T3 y la T4 (triyodotironina y tiroxina, de manera respectiva) tienen la importante función de regular el metabolismo, interfiere en todas sus actividades, decide cómo y en qué velocidad consumir las calorías. La de regular el nivel de concentración de colesterol y de glucosa en sangre. La de controlar el ritmo cardiaco, es decir, lo rápido que late nuestro corazón. Y además interviene también en la manera en la que se desarrolla nuestro sistema nervioso. También en los niveles de vitamina A presentes en nuestro cuerpo.
La tiroides influye en nuestra memoria, en nuestro aparato gastrointestinal, en la fuerza de nuestros músculos, y ayuda a regular la temperatura corporal. Entre otras funciones.
Por ejemplo, si hay una presencia muy baja de estas hormonas en la sangre, nuestro cuerpo quemará de forma más lenta las calorías. Y otros problemas derivados de un mal funcionamiento de esta glándula pueden ser el hipertiroidismo (produce más hormona de la necesaria), hipotiroidismo (produce menos hormona de la necesaria), bultos en la tiroides y tumores cancerosos, bocio (cuando la glándula se agranda) y tiroiditis (inflamación).
Como puedes observar, es clave para que nuestro cuerpo funcione de una manera correcta. Controlarla y estudiarla es necesario para prevenir y diagnosticar distintas patologías. Y a continuación vamos a ver qué prueba hay que realizar para obtener un diagnóstico preciso de la tiroides.
Gammagrafía tiroidea
La gammagrafía tiroidea es la prueba de medicina nuclear gracias a la que podemos analizar a fondo esta glándula.
Consiste en suministrar al paciente un fármaco radioactivo, que en solo unos minutos y con un equipo especial permite conocer la forma, tamaño y posición de la glándula.
Se trata de una prueba diagnóstica indolora y que no requiere que el paciente se quede ingresado en el hospital. Es de carácter ambulatorio e indolora. Lo más molesto puede ser el pinchazo al suministrarle el radiofármaco de forma intravenosa, pero nada más. Y tampoco requiere una preparación especial, solo la cita previa con el médico y quizás un análisis para observar la concentración de hormonas tiroideas. En caso de que el paciente esté tomando medicamentos para la tiroides hay que suspenderlos unos días antes. De todas formas, como cada caso es distinto, será el médico quien analice de forma personalizada al paciente y le de indicaciones más precisas.
Durante la realización de la gammagrafía, que no tiene un tiempo de duración determinado pero que suelen ser unos 10-15 minutos lo que se tarda en tomar las imágenes, el paciente debe estar tumbado e inmóvil.
Y después se recomienda que el paciente beba mucho líquido para favorecer la expulsión de la sustancia radioactiva a través de la orina. No produce efectos secundarios ni requiere seguimiento. Y el fármaco no suele producir alergias, rara vez y en una mínima parte de las personas.
Esperamos que esta información te sirva de ayuda y te resulte interesante. Y recuerda que si necesitas realizarte una gammagrafía tiroidea en Zaragoza, seremos tu equipo médico con mucho gusto.